viernes, 30 de agosto de 2013

Cuadro Sinóptico HABILIDADES DIRECTIVAS


FABULAS DE LIDERAZGO

La fábula de “Las Naranjas”

Juan trabajaba en una empresa hace dos años, siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones, llegaba puntual y estaba orgulloso de que en dos años nunca recibió una llamada de atención.
Cierto día buscó al gerente para hacerle un reclamo:

- Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido relegado.
-Mire, Rogelio ingresó a un puesto igual que el mío hace 6 meses y ya esta siendo promovido a Supervisor.
- Uhmm, mostrando preocupación el gerente, le dice: Mientras resolvemos esto, quisiera que me ayudes a resolver un problema.
-Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy.
-En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigüe si tienen naranjas.
Juan se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de vuelta.
- Bueno Juan, ¿Qué averiguaste?
- Señor tienen naranjas para la venta
- ¿Y cuanto cuestan?
- Ah… no pregunte eso.
- OK, pero ¿viste si tienen suficientes naranjas para todo el personal?
- Tampoco pregunte eso señor
- ¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?
- No se señor, pero creo…
- Bueno, siéntate un momento.

El gerente tomó el teléfono y mando llamar a Rogelio. Cuando éste se presento, le dio las mismas instrucciones que le diera a Juan y en 10 minutos estaba de vuelta. Cuando Rogelio retorna el gerente pregunta:
- Y bien Rogelio ¿Qué noticias me tientes?
- Señor, tienen naranjas, lo suficiente, para atender a todo el personal y si prefiere también tiene plátano, papaya, melón y mango. La naranja esta a $9.00 pesos el kilo. El plátano a $7.00 el kilo, el mango a $35.00 el kilo, la papaya $22.00 y el melón a $35.00 pesos el kilo. Me dice que si la compra es por una cantidad mayor nos darán un descuento del 5%. He dejado separada la naranja pero si usted escoge otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.
- Muchas gracias Rogelio, pero espera un momento Se dirige a Juan, que aún seguía esperando estupefacto y le dice:
- Juan, ¿me decías?
-Nada señor, eso es todo con su permiso…

Moraleja: Es importante hacer nuestro mejor esfuerzo aun con las tareas más sencillas, ya que de otra forma nadie nos confiará tareas de mayor importancia. Todas las veces que empleamos correctamente la información, tenemos la oportunidad de imprimir nuestra marca personal.